La suplementación deportiva ha encontrado un nuevo y sorprendente aliado que se ha extendido rápidamente entre multitud de clubes de ciclistas de cualquier modalidad. Nos referimos al bocadillo de guayaba, un producto procedente de diferentes países latinoamericanos que, sin embargo, ha disparado sus ventas entre deportistas aficionados. ¿Por qué? Te lo contamos.
¿Qué es el bocadillo o pasta de guayaba?
El bocadillo es un dulce preparado a partir de pulpa de guayaba, una fruta tropical procedente de América. En México, Ecuador, Panamá, Costa Rica o Venezuela también se prepara este bocadillo, aunque con variaciones en su elaboración.
Se acompaña de una base de caña de azúcar o bien con azúcar refinada y se corta en pequeños cuadrados. En Colombia hay una variante procedente de la región de Vélez, motivo por el cual también se puede denominar pastel o bocadillo veleño.
Su textura es similar a la del membrillo, posee un sabor muy dulce y, en su origen, es habitual acompañarlo con queso, fruta u otros dulces. Entre sus propiedades, destaca por ser un producto antioxidante y rico en vitamina C. Además, mejora el sistema digestivo, regula la presión arterial y contribuye a mantener las funciones cerebrales.
¿Por qué lo comen los ciclistas?
Más allá de su sabor y la tradición de este producto latinoamericano, en los últimos años ha crecido enormemente en popularidad en un colectivo concreto: Ciclistas. El motivo no es otro que su composición nutricional, pero hay otros factores, como veremos a continuación.
Aunque el producto envasado que podemos adquirir posee conservadores y otros químicos, su composición se reduce a pulpa de guayaba (65%) y azúcar (35%), lo que convierte a este ‘bocadillo’ en un producto poco procesado y apto para veganos.
Además, por cada 100 gramos, el bocadillo de guayaba proporciona nada menos que 88 g de carbohidratos, con sólo 0,1 g de grasas de las cuales 0,04 son saturadas. Un valor energético de 1.482 KJ o 354 calorías. Es decir, para dejarlo claro, en términos nutricionales aporta un valor similar (o superior) al de muchas barritas energéticas comerciales e incluso geles.
Su pequeño tamaño, cuadrados de 3×3 cm aproximadamente, lo convierten un producto que podemos portar fácilmente en la bolsa trasera del jersey o en la mochila de hidratación sin ocupar demasiado espacio ni peso. Pero la clave está, cómo no, en el precio que es económico, muy por debajo de cualquier barrita energética.
Adquirir la pasta o bocadillo de guayaba es tan sencillo como ir a la tiendita de la esquina, pero en otros paises solo lo encontrarás en establecimientos especializados en productos latinoamericanos o bien en grandes supermercados, junto al azúcar y el membrillo o en la zona dedicada a alimentos internacionales.
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