Cosas que no debo hacer con mis compañeros de rodada


Cuando se practica el ciclismo de montaña con más compañeros durante salidas en grupo, es bastante común observar que algunas personas tienen ciertas costumbres bastante discutibles, que causan en el resto del grupo una gran variedad de reacciones, algunas de ellas no siempre muy favorables.

Hay ciertas cosas que nunca deberíamos hacer cuando practicamos Mountainbike en grupo, y que probablemente molestan a la mayoría de nuestros compañeros de pedales. Si te sientes identificado en algunos de los puntos siguientes, quizá debería siendo hora de que te comportes como es debido:

Ser impuntual. Siempre por algún motivo hay que esperarte, Esto es de lo más molesto ya que la mayoría de bikers se preocupa por comprar sus cosas, checar su bici, poner gasolina al auto y ajustar el despertador anticipadamente para estar a tiempo en la cita de la rodada, pero tu ni siquiera sabes la hora y punto de salida, llegas tarde atrasando a todos. Quieres arreglarlo todo con una sonrisa pero esto no es nada gracioso.

Pedir de todo, y a todos. Si eres de los que suele pedir un poco de agua, un trozo de barrita energética, un trozo de bocadillo, un poco de dinero, o bien necesitas que te dejen siempre la bomba de inflado, parches, una cámara para la cubierta, herramientas, etc. Sin duda eres una molestia considerable para el resto del grupo. No es nada personal, pero si te dedicas a pedir de todo, tarde o temprano tus compañeros se cansarán de dejarte lo que necesitas. ¿Puede ser que cada vez organicen más salidas sin tí?
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Olvidarte siempre de algo. Te dejas el casco encima de cualquier piedra, olvidas las llaves de tu casa o coche no se sabe dónde, te dejas la mochila bajo un árbol en la primera parada del grupo teniendo que retroceder de nuevo para buscarla, etc. Sinceramente eres un desastre, y el resto de tus compañeros también lo saben. Probablemente, cierto día tus amigos también olvidarán que deben avisarte para la próxima ruta.
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Dejar los objetos de valor a la vista. Si no tienes cuidado y sueles dejar objetos de valor a la vista, tus compañeros y tú se encontrarán con más de un problema. En zonas remotas y alejadas, los equipos caros y los objetos valiosos suelen atraer a gente equivocada. Por el bien de todos, tienes que mantener las cosas bajo llave y lejos de los ojos de ladrones y demás gente indeseable, para no convertir la salida en un disgusto para todos.
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Demostrar tus dudosas habilidades sobre la bicicleta. Tienes que pensar que todo el mundo te está mirando, y que si tus habilidades sobre la bicicleta no son tan buenas como crees, tus compañeros hablarán de tus hazañas entre risas durante días, semanas e incluso meses, dependiendo de cómo fue de aparatosa la caída que sufriste. Te convertirás en el blanco de todas las bromas, hasta que otra persona igual de habilidosa que tú tome el protagonismo del grupo.
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Derrapar con la rueda trasera en cada parada del grupo. Si eres de los que acostumbra a levantar una nube de polvo cada vez que el grupo realiza una parada, cubriendo a tus compañeros con una bonita capa de polvo, tierra, barro y demás porquería, te odiarán. Hazme caso, ya que nadie admirará tus derrapes, aunque te parezca imposible. Tus compañeros te odiarán de verdad.
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Pasar más tiempo parado que montado. Todos tienen que ir mirando constantemente hacia atrás, esperando que reanudes la marcha. Todos te tienen que esperar frecuentemente y en repetidas ocasiones durante la ruta. Todos reducen la velocidad, intentando adaptarse a tu ritmo de tortuga anémica. Vamos a ver: estás ahí para darle a los pedales, no para que la gente espere que lo hagas. Esfuérzate más.
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Correr como alma que lleva el diablo. El caso contrario al punto anterior. Nadie del grupo va a quedar impresionado por tu fuerza física y tu velocidad de vértigo sobre la bicicleta. Más bien, te dejarán a tu aire y olvidarán que existes. Hay que mantener la marcha del grupo, y no competir con nuestros compañeros en cada salida. Para eso, ya tienes muchas competiciones en las que participar y demostrar tu rendimiento extremo.
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Contar cuentos e historias sin fin. Todos saben que tienes la mejor bicicleta. Todos saben que has realizado esa misma ruta en muy poco tiempo y que conoces muchas más y mejores. Todos han escuchado tus increíbles aventuras sobre la bicicleta y tus múltiples consejos acerca de cómo rodar mejor. Por eso, mejor cierra la boca y no repitas hasta la saciedad las mismas historias. Tus amigos te lo agradecerán haciéndote más caso.
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Estrechar la mano de alguien que sale del baño. Aunque lleves tiempo sin ver a ese compañero que acaba de salir del baño o de detrás de un arbusto, no le estreches la mano si no lleva guantes. La higiene personal es cosa de cada uno y, aunque te caiga muy bien, a lo mejor te deja un regalo con el saludo. Sobran las palabras.

Meterte con el de la bicicleta vieja, barata y sin marca. Recuerda que, todos somos ciclistas, independientemente de la bicicleta que llevemos. Si te metes con esa persona que lleva la bicicleta más vieja, más barata o de marca desconocida, probablemente no causes muy buena impresión en el resto del grupo. Un poco de humildad y respeto no hace ningún daño a nadie.

Escuchar música a un volumen molesto. No a todos nos gusta la misma música y no a todos nos gusta escuchar música mientras rodamos. Muchos disfrutamos del sonido del entorno y de la propia bici. Mejor quédate en casa a escuchar tus favoritas de Arjona, Maluma o Bad Bunny.

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