El saludo entre ciclistas



Los ciclistas, ya seamos de carretera o amantes de las piedras, el lodo y las raíces, compartimos una misma pasión en común: las bicicletas y el afán de superación a base de ejercicio físico duro e intenso.
 
También compartimos una vestimenta característica y muy distinguible, todos equipados con prendas estrechas de lycra y coronados con una especie de hongo de espuma que cumple la obligada función de proteger nuestra cabeza de cualquier posible peligro. Y por supuesto, compartimos los mismos problemas y peligros, tales como los vehículos que no respetan el metro y medio de seguridad al adelantarnos o la posibilidad de sufrir un accidente ante cualquier obstáculo imprevisto en el camino.

El mundo del ciclismo, igual que sucede en otros aspectos de la vida, está repleto de individuos que olvidan lo más básico de todo: Un ciclista es todo aquel que rueda sobre una bicicleta; sin importar marca o modelo de bicicleta, indumentaria utilizada, disciplina practicada, género o condición. Ya seamos profesionales de la competición o sólo principiantes que comienzan a pedalear, el respeto y la humildad hacia cualquier otro ciclista es una de las cosas fundamentales que siempre debe prevalecer.

El ciclismo es sinónimo de deporte, de amistad, de salud, de salidas en grupo y de compañerismo. Es una verdadera comunidad a la cual cientos de personas se suman cada día para disfrutar de las bicicletas y de la naturaleza; quizá con distintos objetivos (divertirse, desplazarse, perder peso, entrenar, etc) pero, al fin y al cabo, compartiendo una misma pasión. Un ciclista en camisa con una bicicleta de paseo circulando por una carretera se expone a los mismos peligros que un ciclista equipado con la mejor ropa y la bicicleta más cara. Pero además de esos posibles peligros, el ciclista que va a su trabajo o hace ejercicio quizá se esfuerza mucho más que otros ciclistas mejor equipados, y sólo por eso se merece nuestro más sincero respeto.

¿Quién no se ha cruzado alguna vez con otro ciclista y no ha saludado? ¿Quién saluda a otro ciclista y, sin embargo, no recibe respuesta alguna? Todos los que rodamos en bicicleta somos ciclistas, sin importar marcas ni equipo empleado, y formamos parte de una bonita comunidad que cientos de miles de personas comparten en todo el mundo. Saludar a otro ciclista (Sea del tipo que sea) no es un gesto obligado, pero tampoco es una gran molestia. Un simple gesto con la cabeza, o levantar los dedos del manillar, o decir 'Buenos días' o 'Buenas tardes', es suficiente para mostrar nuestro respeto a otros ciclistas y demostrar que estamos orgullosos/as de pertenecer (y de que otros pertenezcan) al fantástico mundo del ciclismo.

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