Hace tan solo unos años se tenía el pensamiento de que este episodio de fatiga mental solo le ocurría a los ciclistas profesionales, pero nada más lejos de la realidad, el síndrome de Burnout, es un estado de cansancio excesivo que afecta cada vez más a los amateurs e incide en tus emociones, tu rendimiento y te hace perder la motivación por el deporte de tu corazón. Por eso, en esta entrada te queremos hablar más acerca de ello.
¿A que se refiere el síndrome de Burnout?
Se relaciona con un estado constante de agotamiento, falta de interés, desmotivación, estrés y por supuesto cansancio mental excesivo, que en la mayoría de ocasiones es el resultado de días de entrenamiento sin descanso, de la frustración por no cumplir objetivos o de la insatisfacción general por el deporte, sin motivo aparente.
Por eso, no es extraño que la acumulación de estrés y presión, termine en la experimentación de este síndrome y en desmotivación y apatía constantes, por los entrenamientos.
¿Qué causa el síndrome y cómo prevenirlo?
A partir de un estudio publicado en la International Journal of Clinical and Health Psychology, se llegó a la conclusión de que el síndrome se relaciona con el estrés y carga psicológica que percibe el deportista, y es justamente cuando nos olvidamos del descanso y nos planteamos metas casi que imposibles que estamos expuestos a padecerlo.
Una de las mejores maneras de prevenirlo es realizando deporte de manera consciente, pues este padecimiento está directamente relacionado con el Síndrome del sobreentrenamiento (OTS por sus siglas en inglés) que sucede cuando la carga que ponemos a nuestro cuerpo debido al entrenamiento es mucho mayor al descanso que se le da.
Para evitar ambos síndromes te recomendamos.
Descansa el número de días adecuado: pese a que no sientas tus piernas cansadas, será necesario darles una jornada de reposo, para que puedan recuperarse y asimilar el ejercicio realizado de la mejor manera. Lo recomendable es no trabajar más de 3 días seguidos con una alta intensidad.
Aliméntate sanamente: incluye carbohidratos para abastecer tus depósitos de glucógeno, proteína para reconstruir la fibra muscular afectada, agua para rehidratar y frutas y verduras para reponer vitaminas y minerales
Realiza un descanso activo: para tener una buena recuperación del músculo se recomienda realizar alrededor del 20% de los kilómetros recorridos durante el día anterior a una intensidad muy baja.
Finalmente, es muy importante que escuches las señales de tu cuerpo, cuando te sientas especialmente cansado es mejor hacer una montada regenerativa o irte para la casa a descansar. Recuerda que un entrenamiento excesivo puede causar que tu rendimiento se vaya a pique y termines por experimentar este síndrome de fatiga mental.
No dudes en acudir a un especialista en psicología del deporte si los síntomas persisten
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